La llegada del Comercio Electrónico a nuestras vidas empezó a cambiar nuestra forma de comprar desde hace algunos años y se acentuó principalmente tras el inicio de la Pandemia a inicios de 2020.
El cambio de un formato de compras tradicional presencial a uno completamente electrónico implicó una modificación importante en el comportamiento de compras, ya que una mayor cantidad de solicitudes generadas trajo como resultado una mayor demanda en la capacidad de almacenaje y una demanda sin precedentes en el mundo de bodegaje.
Este aumento considerable de demanda se traduce en un mínimo histórico de vacancia en lo que refiere a superficies de almacenamiento.
Desde el año 2014, este valor bordea aproximadamente un 1,5% y en 2020, producto de los confinamientos originados por la pandemia y un ambiente con gran liquidez monetaria producto de las ayudades estatales y los retiros de dinero de las AFP, se registró un aumento considerable del uso del Comercio Electrónico en casi un 200%.
Pero eso no es todo. Si en 2020 el boom fue considerable, 2021 viene a seguir reafirmando la tendencia del año anterior. Desde marzo a la fecha ha aumentado significativamente la cantidad de personas que siguen prefiriendo comprar por canales digitales, y el mercado de encomiendas también ha hecho lo suyo.
¿Qué ha sucedido con las bodegas y centros de almacenamiento bajo el contexto del comercio electrónico?
El aumento del comercio electrónico y una sociedad cambiante en sus comportamientos de compra ha motivado una mayor demanda y, por ende, la necesidad de disponer de más espacio de almacenamiento. En este contexto, ciertas zonas logísticas a lo largo del país han experimentado un volumen de arriendo importante.
Un caso evidente es el de la Región Metropolitana, zona que concentra la mayor parte de las actividades logísticas de la zona central.Los volúmenes de arriendo se han triplicado en zonas de bodegaje de larga trayectoria como Quilicura y la zona Aeropuerto gracias a que han logrado absorber eficazmente toda la demanda del comercio electrónico.
Problemas presentes
Sin embargo, este fenómeno ha traído algunos problemas. La necesidad de contar con más superficies disponibles se ha visto un poco interrumpida por retrasos en su construcción originados por alzas de precios en materiales para su construcción, demoras en logística, alza de precios en terrenos, servicios de transporte y, principalmente, las cuarentenas impuestas en las ciudades durante los últimos 18 meses.
A pesar de todo, las proyecciones de los expertos siguen siendo auspiciosas para el mercado
De vuelta a la nueva normalidad (porque es necesario recalcar que la pandemia no ha terminado aún), se puede esperar que exista una vuelta al formato tradicional de canales de venta, lo que puede originar una curva de freno del crecimiento del comercio electrónico.
Este futuro equilibrio del comercio electrónico y el formato tradicional originará una especie de balanza equilibrada de oferta y demanda de bodegas y zonas de almacenamiento, actualmente inclinada hacia lo último. Asimismo, esta vacancia de bodegas seguirá manteniéndose en torno al 5 y 10% junto con la creación de nuevos centros de bodegaje.
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