Muchas veces se tiende a pensar que los términos “Bodega” y “Almacén” significan lo mismo, pero la realidad nos dice que ambas cumplen funciones diferentes y su naturaleza de uso puede ir variando en función de lo que se busca. Para que una empresa tenga una exitosa política de almacenamiento de cualquier producto es necesario conocer de antemano si requerirá de una bodega o almacén, y en este punto tener claro las funciones y usos que se le darán para evitar confusiones o problemas de almacenamiento en el futuro.
Conocer bien las diferencias y propósitos de estos tipos de espacio nos permitirá decidir muy bien qué tipo de infraestructura vamos a necesitar.
En este artículo repasaremos las principales diferencias entre una bodega y un almacén y qué ventajas aportan cada una de ellas.
¿Qué diferencias hay entre una bodega y un almacén?
Como dijimos anteriormente, es muy importante conocer las funciones y usos de cada uno de estos espacios (y si no sabes cuál es la verdadera función de una bodega lo puedes hacer AQUÍ), por lo que destacaremos las diferencias más importantes:
- Permanencia de la mercadería o productos: Una bodega es construida pensando en la larga permanencia de mercancías o productos, por lo tanto, su proceso constructivo es realizado con materiales resistentes y de alta protección frente a agentes externos. El almacén, en cambio, está más focalizado en movimientos más frecuentes de productos hacia y desde él.
- Cadena operativa: El almacén suele ser parte de una cadena logística más compleja ya que existe un estricto control de la entrada y salida de mercancía que está en contacto con el área de compras de la empresa respectiva. Esto ocurre para mantener controlado la cantidad de suministros en existencia. La bodega sólo cumple un fin meramente de almacenamiento y no de provisión.
- Finalidad de almacenamiento: Muy relacionado con el punto anterior, las bodegas cumplen meramente un fin de almacenamiento. Los almacenes al ser un espacio de control y disponibilidad de productos más continuo forman parte de una cadena logística y de comunicación más completa entre los diferentes centros productivos y de distribución.
- Control sobre los productos e inventarios: El personal que esté a cargo de un almacén debe estar permanentemente controlando las existencias del inventario del almacén, por lo que es necesario la implementación de sistemas computarizados de gestión de inventarios. Si bien muchas bodegas también se preocupan de esto, generalmente sólo cumplen funciones de resguardo de productos frente a agentes externos y garantizar su seguridad.
¿Qué ventajas aportan estos formatos de bodega o almacén?
A pesar de que ambas presentan diferencias importantes en torno a su propósito y fin, también tienen un conjunto de ventajas que las pueden convertir en un aliado importante a la hora de almacenar cualquier material, producto o insumo.
Algunas de las ventajas más destacables son:
- Ambas constituyen un punto de guardado seguro para nuestras mercancías, independientemente del tamaño, volumen o construcción del espacio.
- Permiten ir controlando ordenadamente todos los productos almacenados. Si bien en el caso del almacén el control de inventario es más complejo ya que depende del resto de operaciones de una empresa (y sus departamentos respectivos), ambos son una excelente alternativa para el orden y el control del stock disponible.
- Son partes importantes de la cadena logística. Independientemente de que una sea más importante que la otra en este aspecto, ambas son piezas fundamentales en todo proceso de movimiento, entrada y salida y almacenamiento de productos.
- Tanto bodegas como almacenes almacenan con seguridad y protección una gran variedad de materias primas, bienes y materiales variados según lo que deseen los clientes.
¿Qué es más recomendable en estos casos?
No hay una respuesta concreta para ello.
Elegir bodega o almacén dependerá de aspectos como la empresa en sí (su rubro o el servicio que ofrezca), qué productos desea almacenar ahí, la permanencia de éstos en estos espacios (días, semanas o meses) y el grado de complejidad de la logística que empleen a la hora de mover mercancías o productos.
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